Estaba demasiado preocupada pensando en mis problemas, depresiones y situaciones que me rodean, cuando el viernes escuché una de esas noticias que te pone a pensar. Un terremoto de 8.9 en Japón, seguido por un tsunami, había hecho grandes destrucciones a la isla.
Me senté y analicé, tengo todas mis extremidades, puedo ver, hablar, pensar, vivir, sin embargo estaba sumida en un estado de tristeza tenaz.
Hoy decido aprovechar lo que tengo, hay malas situaciones como todos, sin embargo estoy viva y ese es el regalo más precioso. Poder respirar cada segundo y sentir como el corazón late a pesar de los obstáculos.
Tómate un segundo, cuenta tus bendiciones, date cuenta que son más y seamos agradecidos. Pronto vendrán cosas mejores para todos..
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