lunes, 25 de abril de 2011

crónica de una muerte anunciada..

Todo comenzó como 7 meses antes de su final. La bola comenzó a correrse en los rumores de cafetería.. Dicen que la oficina cierra.. Todo mundo lo negó. Todo va a estar bien decían los más positivos..

Desde el primer día, comencé a repartir mi hoja de vida. Debía moverme rápidamente de este lugar, no puedo permitirme quedar desempleada.
Iba a varias entrevistas mensualmente, siempre era lo mismo.
No tienes la experiencia que buscamos (entonces para que me llamas), buscamos a alguien que tenga una aspiración salarial menor, necesitamos a alguien que esté estudiando todavía (para pagarle menos), hay otros que están más calificado..
Al principio no sentí el estrés, porque primero, nadie nos había confirmado si la oficina cerraba o no y segundo, no sabía la fecha de cierre, seguía empleada y por consiguiente, podía seguir buscando algo en lo que yo supiera que iba a ser buena y que sobre todas las cosas, iba a gustarme.

Llegó el día, en que por fin nos confirmaron lo que todos sabíamos ya.. la oficina movía sus operaciones a la otra parte de la región. Siendo sincera, y si ellos algún día llegan a leer esto, la verdad no me importa decirlo. Cuando nos dijeron del "merge" y nos dijeron que cerraban Perú, Venezuela y Ecuador, pensé, obvio alguna de las 2 oficinas (Panama y Colombia) terminará cerrando eventualmente, pero por las ventajas que Panamá, como paraíso fiscal ofrece, estaba segura que nosotros ibamos a permanecer allá. Pero cuando comenzó a materializarse todo, fue obvio, el director de Marketing, quedó allá; el controller, allá; director de ventas, allá; director de homologaciones, allá; el director de la región, en Miami. Panamá no tenía ningún futuro.
Bueno volviendo a aquel lunes negro, por fin nos confirmaron la verdad inminente. La oficina cerraba. En DOS meses.

Teníamos 2 meses para entregar todo el trabajo que hacía años veníamos haciendo. A pesar que era algo que ya se sabía, ver como a todos nos dieron deadlines y que a pocas personas le ofrecieron algo, fue más díficil de lo que yo pensaba. Cada minuto mientras veía a mis compañeros pasar, sentarse con la directora de RRHH de la región y con el director del área, el sentimiento era peor y peor y peor. Algunos estaban acá hasta el 30 abril, otros hasta el 30 junio, otros outsource después del 30 abril.

Tenía 2 meses para conseguir trabajo, ahí fue cuando comencé a ir hasta a 3 entrevistas semanales, de todas siempre me decían lo mismo, que necesitaban a alguien disponible YA o que me faltaba experiencia. Nunca te llaman para decirte que no te eligieron, todos tienen tu correo no pueden escribirte un mail diciendo: gracias por el tiempo de la entrevista, ya llenamos la vacante pero te tomaremos en cuenta para futuras posiciones.

Faltando ya 3 semanas para el cierre, fui a una entrevista donde me ofrecieron uno de los puestos mas chéveres que me habían ofrecido. Algo que realmente quería hacer, le di seguimiento y finalmente, el martes pasado, a 2 semanas del cierre de la oficina, me hicieron oferta final, la cual acepté y comienzo el 3 mayo.

Puedo decir que a medida que se acercaba la fecha final y no había trabajo formal, sentía un stress, no quería quedarme desempleada de nuevo, no quería otro hueco en mi CV, no quería sentirme mal. La ansiedad de ir a varias entrevistas y no recibir retroalimentación de ninguna, o ir a entrevistas donde uno salía deprimido por el salario que ofrecían o las condiciones que te decían. La espera después de cada una de las entrevistas. Fueron 7 meses tensionantes, pero los últimos dos los peores.
Y no solo yo, sino que ver a todos mis compañeros luchar con la misma situación que vivía yo. Todos teníamos responsabilidades y la mitad nos estábamos quedando desempleados el 30 de abril.
Había días donde solo quería llegar a llorar a la casa de la desesperación, pero que iba a ganar con eso? mejor me hacía un brainwash y trataba de sonreír creo que así me iba a ir mejor.

Hoy, gracias a Dios, puedo tranquilizarme y decir que mi espera acabó y que el 29 abril salgo con una cajeta con mis cosas de la oficina y así mismo la llevo el 3 de mayo para otra.

Fueron 2 años maravillosos en una empresa super chévere, hice amistades que sé que durarán para siempre y conocí gente que me marcó para toda la vida. Éxito a todos mis futuros ex-compañeros y gracias por ayudarme a ser la profesional que soy hoy en día. Gracias Totales.